UNA DIOSA



Una Diosa, es una mujer que ha renacido como un fénix desde sus profundidades, que ha batallado con sus sombras, las conoce, las ha mirado a los ojos y ha salido vencedora. Por ello ahora festeja su luz.
Es una mujer que ama y se entrega toda ella en el amor.
Conoce sus tierras mágicas, sus montañas y paisajes y lleva al hombre que ha escogido amar con cuidado hasta sus fuentes, para entonces allí revelar su alma.
Ella es una mujer radiante pues ha conquistado su espíritu.
Es magnética pues habita su corazón.
A su paso, todos notan su presencia. Ella se sabe aprendiz y a su vez ostenta el poder de lo sutil, la humildad del que conoce, y la belleza del guerrero.
Ama su cuerpo, pues se mueve cómoda en el.
Aprecia la belleza en cada amanecer, en cada mirada, en cada gesto. Conoce del corazón de todo lo viviente y vive fluyendo por la vida, dejando que su aroma impregne todo a su rededor.
Ella puede curar con una mirada o una sonrisa
Ella ama la flor, la nube, el río, la brisa y al pájaro, que cada mañana se acercan a su ventana.
Es magia de arcoiris, es alegría, es el tintineo de una campaña.
Rebosa sensualidad y erotismo y lo vive desde la seguridad que le dan sus batallas. Se compromete toda ella sin reservas sin esperar nada a cambio pues sabe que la recompensa es el camino, el botín la relación. Sabe que la posesión encadena, por eso ama y es libre y conoce de los vínculos del corazón.
Cuando ella se involucra en el sexo lo hace desde la desnudez de su alma y no sólo de su cuerpo, no tiene tapujos ni tabúes, sabe que se crean puentes eternos se cambian devenires. Por eso para ella es Sagrado contacto con lo Divino.
Su corazón es vulnerable, tierno, cálido y eso la hace más fuerte, más integra, más poderosa.
Con su presencia actualiza tu luz y aumenta tu brillantez.
Ella sabe que un día se preguntó que quería de la vida. Y ese día ella misma definió su propósito. Y su lealtad al propósito le permitió tomar las riendas de su historia. Ella conoce la respuesta a esa pregunta formulada en silencio, ella conoce de la fuerza del silencio por eso transita por los caminos del corazon. Es una mujer enamorada del amor enamorada de la vida y el amor es su condición. Ella es paciente, VE y comprende de las sombras, batallas y cicatrices del Otro pues conoce las suyas propias y las atrapa cuando trenza sus cabellos para luego entregarlas al viento o al río.
Ella besa como una brisa fresca el corazón de todo lo viviente, pues sabe que "todo" es también su corazón, todo también hace parte de su historia, por eso se acepta tal y como es y por ello no pide nada a cambio, sus luchas le han enseñado que todo siempre es perfecto de allí su dominio en la ciencia de La Paz.
Ella pide ayuda sin temor cuando lo necesita y esta allí siendo presencia cuando hace falta. Su corazón es generoso y profundo. Más asume la responsabilidad de todo lo que toca. Pues se sabe Diosa, mariposa y estrella.

Por todo ello, ser una diosa significa hacer las pases con tu corazón.
Bucear en tus profundidades y encontrarte,
Revelar quien eres y vivirlo.

Un abrazo de Corazón a Corazón

-©María Arboleda. tomado de mi libro "recuerdos del corazón"